ARTÍCULO
IFS: certificación de cadenas alimenticias
Las certificaciones son a veces un laberinto farragoso para la inmensa mayoría de nosotros, en el que nos cuesta orientarnos sin ayuda especializada. Sin embargo, se trata de herramientas fundamentales tanto para empresas como para consumidores. En el campo agroalimentario, las certificaciones IFS son las que aportan la debida fiabilidad a una empresa de cara a sus clientes y consumidores.
Las IFS y la certificación de suministros agroalimentarios
Las IFS o International Featured Standards (anteriormente conocidas como International Food Standard) comprenden una serie de normas internacionales que tienen como base la norma EN 45011 de certificación de producto.
Se han desarrollado pensando en distribuidores, mayoristas, etc., con el objeto de que puedan cumplir los requisitos jurídicos y asegurar la integridad de los productos que llegan a los consumidores. Se aplica en todas las etapas tanto en la producción como en el procesamiento.
Este certificado es indispensable cuando un producto es “procesado”, o existe cualquier tipo de peligro de contaminación durante su envasado.
Es importante también entender la diferencia respecto a otras normas como las ISO. Mientras que las normas ISO se centran en la gestión de calidad, las IFS certifican productos, y por lo tanto su producción y la inocuidad y salubridad de los mismos.
¿Qué beneficios reporta la certificación IFS?
La principal ventaja de este método es que nos permite armar y poner en marcha un sistema que gestione el control de los requisitos de calidad y seguridad, así como las restricciones del sector (por ejemplo, que puedan existir en los países de destino del producto).
Pero además, proporcionan toda una serie de beneficios:
- Mejorar el rendimiento en seguridad alimentaria.
- Mejorar la eficiencia productiva.
- Aumentar la imagen de marca, así como la confianza de fabricantes, minoristas, etc.
- Lograr una cadena de suministro más transparente.
- Reducir al máximo posible cualquier tipo de riesgo de contaminación.
- Cuando se obtiene un informe de auditoría, se puede compartir a través de la propia base de datos de IFS, lo que proporciona visibilidad.
- Mayor competitividad en el mercado.
¿Y para las empresas de alimentación… por qué las IFS son tan importantes?
Las certificaciones en el sector agroalimentario son sinónimo de confianza. Trasladan a clientes y consumidores la imagen de que los trabajadores de la empresa trabajan metódicamente para garantizar la calidad.
No es de extrañar por tanto que en el sector se viva un importante aumento de este tipo de certificaciones. Máxime cuando en los últimos tiempos el consumidor ha perdido bastante confianza con casos como el de la listeriosis y la carne mechada.
¿Cómo puede una empresa certificarse en IFS?
Debido a todos los beneficios de contar con la IFS, desde ALTERTECNIA aconsejamos encarecidamente a las empresas del sector certificarse.
Para que una empresa pueda obtener esta certificación, debe someterse a un análisis de riesgo (microbiológico, biológico, químico, alérgenos…). Además, debe conocer y controlar al detalle a sus proveedores y a las materias primas o productos que le suministran.
La cosa no queda ahí, el embalaje también es materia de análisis, así como el material que pueda entrar en contacto con los alimentos: maquinaria, vestimenta de trabajo, etc.
El proceso de adquisición es en el que más se centran los focos. A tal fin, una empresa del sector debería:
- Auditar debidamente a sus proveedores.
- Disponer de los certificados pertinentes de todos los análisis realizados.
- Atender a cuestiones de fiabilidad o a posibles quejas al respecto.
- Evaluar todos los riesgos posibles.
Una de las principales alternativas para comenzar un proceso de certificación de estas características es mediante un PMP o Project Manager Professional. Gracias a esta figura, la empresa contará con un profesional especializado dentro de su organización para gestionar todo el proceso.