ACTUALIDAD
Impresión en 3D de piezas metálicas
La impresión en 3D avanza a grandes pasos revolucionando el prototipado y los procesos de manufacturación llegando, incluso, al ámbito doméstico. Tanto es así, que la revista MIT Technology Review la encumbró como una de las 10 tecnologías más revolucionarias de 2018. La impresión en 3D de piezas metálicas, si bien no es tan conocida como la de polímeros plásticos, puede también aportar grandes ventajas y está experimentando un rápido crecimiento. Ya es popular en industrias como la aeroespacial, automotriz o la médica.
¿Qué significa la impresión 3D de metal?
La impresión en 3D de piezas metálicas no es de hecho un proceso nuevo. Surge casi a la vez que la impresión en plástico en los años 80 y consiste en un láser que, movido sobre un lecho de polvo con una aleación de metal, va fundiéndolo de forma precisa para crear secciones transversales de un objeto. Posteriormente se van añadiendo secciones adicionales hasta conformar el objeto que ha sido diseñado digitalmente.
La impresión 3D ha traído de la mano procesos de fabricación innovadores que, con el paso del tiempo y la penetración en el mercado de esta tecnología, son también más asequibles.
Imprimir en 3D significa poder crear piezas con diseños complejos en metal a un precio cada vez más competitivo que la fabricación tradicional de estos elementos como el mecanizado o los moldeados.
Pero la impresión en 3D de piezas metálicas aporta muchas más ventajas.
Ventajas de la impresión en 3D de piezas metálicas
Por un lado y como ya hemos citado, se pueden fabricar productos finales con un coste muy competitivo, en ocasiones mucho menor. Esto es así porque se reduce la cantidad de residuos derivados del proceso de manufacturación, con lo que la gestión de los materiales es notablemente más eficiente.
Pero la fabricación gracias a la impresión 3D en metal también permite ahorrar energía, u obtener estructuras más ligeras y resistentes. Incluso el abanico de posibilidades en cuanto a formas y geometría es mucho mayor.
No es de extrañar por tanto que grandes compañías, como la división aeroespacial SpaceX (Elon Musk), estén invirtiendo fuertemente en investigación en esta tecnología para extraer su máximo potencial.
La industria metalúrgica es sin embargo el caso paradigmático, ya que aún no ha sabido cómo aprovechar del todo las bondades de esta tecnología.
Impresoras 3D dentro del ámbito industrial
Las empresas industriales están comenzando a codiciar esta tecnología, sobre todo, por su capacidad para producir objetos muy optimizados topológicamente. Un término que hace referencia a la anterior descripción de optimización de parámetros como la densidad y la resistencia.
Gracias a ello, un mismo material o pieza fabricada con el mismo puede soportar mejor las tensiones. De ahí la posibilidad de reducir su peso y ahorrar en costes.
Bien es cierto que de cara a que la impresión 3D de metal sea algo extendido en el ámbito industrial, deben mejorar obstáculos como la velocidad de producción, lo que no es impedimento para que sí sea rentable aplicarla hoy día en muchos casos.
¿Qué se fabrica hoy en día con impresiones 3D en metal?
En ALTERTECNIA estamos familiarizados con el diseño de piezas y su fabricación con impresión 3D en metal. Sin embargo, la mayoría de las personas que se mueven en ámbitos no especializados no tienen aún interiorizado el hecho de que la impresión en 3D de piezas metálicas está presente a su alrededor y en su vida cotidiana.
Implantes médicos y dentales, joyería, la ya citada industria aeroespacial o piezas de automóviles en fabricantes como Audi, BMW o Ford, que utilizan esta tecnología desde hace años para piezas finales, son algunos ejemplos de su uso aplicado.