ARTÍCULO
La revolución BIM: del 3D al 7D
Si hablamos estrictamente de geometría, son necesarias y suficientes las tres dimensiones conocidas. Pero la metodología BIM (Building Information Modeling) va mucho más allá.
En BIM se añaden más tipos de información, dotando a los objetos de características y profundidad.
¿Qué es la metodología BIM?
La metodología BIM no es un software, sino una forma de trabajo colaborativo, integrando la creación y la gestión de un proyecto en el área de la ingeniería y la construcción. Obviamente, existen diversos programas en el mercado que trabajan con este marco.
En España su implantación ha sido progresiva, dando prioridad a los edificios públicos.
Las 7 dimensiones del método BIM
Las dimensiones que se suelen emplear en los modelos que han sido diseñados trabajando con BIM son:
- 3D del modelado tridimensional habitual.
- 4D añadiendo la variable tiempo: de este modo podemos gestionar todas las fases del proyecto.
- 5D incorporando la gestión económica: tan importante como la fase de diseño o de ejecución, es el control de los costes, las mediciones o los presupuestos.
- 6D con el factor sostenibilidad: la regulación europea, en todos los sectores, es cada vez más estricta en términos de impacto medioambiental. En la construcción, la sostenibilidad tanto económica como social se conciben como factores de calidad.
- 7D teniendo en cuenta el ciclo de vida del edificio: como decíamos, el método BIM tiene en cuenta todas las fases del proyecto, pero también el mantenimiento del edificio o infraestructura una vez ha sido ejecutado, lo que conocemos como Facility Management.
BIM 3D: cuando la geometría no lo es todo
La realización a nivel geométrico del propio modelo digital sigue revistiendo gran importancia. Gracias a esta metodología, podemos además integrar en el modelo 3D el conocido como “model cheking”, con sus dos variantes:
- Code cheking, que consiste en evaluar el modelo frente a las normativas y las peticiones concretas de diseño.
- Clash detection, o análisis de los conflictos del modelo.
BIM 4D: el cronograma de la obra
Añadir los datos en materia de tiempo al 3D implica que los diferentes agentes que participan en un proyecto puedan visualizar la duración de una etapa o evento concreto, lo que facilita enormemente la gestión de la obra.
Además, frente a otros métodos tradicionales empleados en la construcción para planificar la gestión de una obra, la metodología BIM aporta la posibilidad de poder reorganizar el tiempo, de forma dinámica y abierta.
BIM 5D: de las mediciones a los costes
Se trata del “Quantity Take Off”, la conversión de las medidas definidas en el proyecto en cantidades de materiales necesarias para ejecutarlo. Lo que, junto con unos códigos de precio asignados a cada elemento, arroja también los costes.
Una vez más, la ventaja del BIM 4D en este caso, es la evaluación dinámica frente a los métodos estáticos.
BIM 6D: el factor sostenibilidad
La sostenibilidad y la eficiencia energética, por ejemplo, en cuanto al análisis energético de un edificio, se vuelcan en el apartado BIM 6D.
Al incorporar este parámetro desde la fase de diseño, es más sencillo adoptar técnicas o materiales que garanticen, a la postre, un menor consumo de energía, lo que a su vez se traduce en mayor sostenibilidad.
BIM 7D: Facility Management
Desde ALTERTECNIA incidimos en que, una vez ejecutado y entregado el proyecto, en el caso de una obra, todavía no se puede considerar como completo.
Debemos tener en cuenta todo su ciclo de vida, lo que incluye aspectos como su mantenimiento, su renovación o, en su defecto, el desmantelamiento del mismo.
Si quieres saber más sobre como el BIM puede ayudar a planificar, ejecutar y mantener tu proyecto, pregúntanos sin compromiso.