ARTÍCULO
Algunos usos de SaaS interesantes para industria
Hoy por hoy ya no es necesario adquirir un software, pagar una licencia y estar pendiente de actualizarlo para que no quede desfasado. Es mucho más práctico contratar un SaaS o Software as a Service, un servicio en la nube mucho más sencillo de utilizar, económico y escalable.
Este modelo, basado en la utilización de aplicaciones con un sistema de suscripción, resulta más práctico y permite a las empresas de sectores industriales acceder a múltiples servicios que mejoran su rendimiento.
Te contamos más a continuación.
Saas, la transformación en la forma de consumir tecnología
En el pasado, las empresas solían adquirir software a través de modelos de licencia perpetua, es decir, compraban una copia del software, con su correspondiente licencia y lo instalaban en los servidores internos de la empresa.
Este modelo de funcionamiento tenía limitaciones importantes. De entrada, un coste inicial elevado. Las empresas tenían que hacer una inversión significativa para adquirir el software.
A partir de ahí, venía el mantenimiento. Cada cierto tiempo había que hacer actualizaciones, para que el software no quedase desfasado o generase problemas de seguridad. Este mantenimiento era responsabilidad de la empresa, y no siempre había una persona con los conocimientos necesarios para encargarse de esta tarea. Había que subcontratar.
Y lo más sangrante: la tecnología nunca ha dejado de evolucionar, así que ese carísimo software enseguida se quedaba obsoleto, lo que requería nuevas inversiones para actualizarlo o reemplazarlo.
¿Qué es un SaaS? Ventajas
La generalización del Software as a Service (SaaS) supone un cambio de concepto. En lugar de comprar una licencia de software, se contrata como un servicio a través de una suscripción mensual o anual.
Las empresas suscriben el uso del software a través de la nube y pagan una tarifa periódica por el acceso.
No poseen el software, solo lo utilizan.
Este cambio implica una serie de ventajas para las empresas:
- Coste reducido: ya que el modelo de pago por uso elimina la necesidad de hacer esa gran inversión inicial que supone la compra del software.
- Ubicación en la nube: el software se aloja en servidores remotos y se accede a través de Internet, lo que elimina la necesidad de instalaciones locales.
- Actualizaciones automáticas: ya no hay que estar pendientes de actualizar el software, ya que el proveedor del SaaS lo hace de forma automática. De ese modo, el usuario siempre tiene acceso a la última versión y se olvida de la responsabilidad del mantenimiento.
- Acceso desde cualquier lugar: al estar en la nube, solo es necesario tener conexión a internet para acceder al software.
- Escalabilidad y flexibilidad: lo habitual es que el proveedor ofrezca distintos niveles de suscripción, en función de los servicios a los que quiere tener acceso. Así, el cliente tiene la opción de pagar solo por lo que necesita, y ajustar su suscripción cuando sus necesidades cambien.
- Soporte: los proveedores de SaaS suelen ofrecer soporte técnico continuo para ayudar a resolver rápidamente cualquier problema, incidencia o duda. Eso implica menos carga de mantenimiento para las empresas y una experiencia de usuario más satisfactoria.
- Interfaces intuitivas: sin duda, un punto importante para facilitar el trabajo del día a día. Antaño, los programas estaban diseñados solo por programadores. El concepto de “experiencia de usuario” todavía no estaba asimilado, por lo que la utilización era poco o nada intuitiva. Los SaaS simplifican el uso y mejoran la experiencia, con una curva de aprendizaje mucho más corta.
7 utilidades del SaaS en la industria
Hoy por hoy, existen en el mercado diferentes tipos de SaaS con funcionalidades interesantes para su aplicación en la industria. Abarcan campos como:
1. Gestión empresarial
Los sistemas ERP (Planificación de Recursos Empresariales) proporcionan soluciones integradas para la gestión, abarcando áreas como contabilidad, gestión de inventarios, compras, ventas, producción, etc.
Este tipo de herramientas son fundamentales para mejorar la eficiencia operativa, aumentar la productividad y optimizar los recursos disponibles.
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2. Comunicación y colaboración entre equipos
Facilitan la comunicación tanto entre miembros de la empresa como con clientes o colaboradores externos. Hay SaaS que incluyen servicios de correo electrónico, mensajería instantánea, chats en grupo, videoconferencias y reuniones virtuales o gestión de documentos compartidos.
3. Productividad
Son herramientas diseñadas para mejorar la eficiencia y el rendimiento individual de los usuarios.
Estas aplicaciones proporcionan funcionalidades que ayudan a gestionar el tiempo, ofreciendo la posibilidad de establecer metas, crear listas de tareas pendientes, otorgar prioridades, crear calendarios y recordatorios, etc. Con los datos recabados, se pueden obtener análisis individuales de productividad.
>> Aquí tienes 7 ideas para aumentar la productividad en fábrica
4. Marketing y ventas
Estas aplicaciones proporcionan funcionalidades que permiten la automatización de las campañas de marketing, la segmentación de audiencias y el envío de correos electrónicos personalizados, con funcionalidades específicas de email marketing.
Además, incorporan las ventajas de la analítica de datos para analizar la eficiencia de los embudos de venta y hacer un seguimiento de las conversiones.
5. Gestión de proyectos
Ayudan a los equipos a planificar, organizar y realizar un seguimiento de proyectos de manera eficiente. Con ellas se pueden distribuir las tareas entre los miembros del equipo, asignar responsabilidades, establecer plazos y hacer un seguimiento del progreso.
6. Business Intelligence
Business Intelligence (BI) es el conjunto de procesos, tecnologías y herramientas que permiten a las empresas recopilar, analizar y transformar datos en información útil para la toma de decisiones estratégicas. Este tipo de software también está disponible como servicio en la nube.
7. Recursos humanos
Nóminas, reclutamiento, gestión de talento… este tipo de aplicaciones abarcan desde la contratación de trabajadores hasta el desarrollo profesional de los empleados.
Ofrecen funciones para evaluar el rendimiento individual, gestionar los horarios y la rotación de personal, predecir necesidades, etc.
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