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Qué es la digitalización y por qué todo el mundo habla de ella
Automatización, digitalización… son palabras de las que todo el mundo hablaba ya antes de este difícil y confuso escenario dibujado por el Coronavirus y que, sin embargo, está sirviendo como estímulo para la transformación digital de las empresas.
¿Será por lo tanto clave la digitalización en la economía post-COVID que se avecina?
¿Qué es la digitalización? La integración tecnológica, un flotador al que acogerse
Es, básicamente, la adaptación a un entorno cada vez más digital.
Dicho de otro modo, es adaptar todas las actividades de la vida para aprovechar las oportunidades de internet y las nuevas tecnologías, especialmente las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación).
En el marco empresarial, estas tecnologías pueden ser empleadas como una herramienta para ganar competitividad, mas aún en un escenario de crisis como el actual. Gracias a ellas, pymes y autónomos pueden reinventarse y buscar nuevas salidas.
La digitalización es una potente herramienta dentro de este ámbito.
España, sin embargo, tiene una asignatura pendiente en materia de digitalización. En 2019 el ranking del Índice de la Economía y las Sociedades Digitales nos situaba en el undécimo puesto de la Unión Europea.
La coyuntura actual puede convertirse, al menos en esta materia, en un fuerte revulsivo para buscar, de forma duradera, las oportunidades de digitalización.
Relación entre la COVID-19 y el teletrabajo
El teletrabajo es probablemente uno de los procesos que más se ha debatido durante los últimos meses, a raíz del confinamiento y la necesidad de distancia social. Es la forma más sencilla de mantener la actividad productiva, dentro de los sectores que lo permiten.
Antes de la situación derivada por la COVID-19, muchas empresas no concebían el teletrabajo en su flujo de trabajo habitual.
Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2019 el 90.7% de los empleados no trabajó ni un solo día desde su domicilio particular, sólo el 4.8% lo hizo más de la mitad de sus jornadas laborales, y el 3.5% de forma ocasional.
No obstante, la precipitación derivada de esta situación ha generado por supuesto muchas dudas y algunas disfunciones.
Y es que aunque la tasa de teletrabajo está aumentando considerablemente, muchas empresas no cuentan con la preparación para asumir, de golpe, este cambio en los procedimientos de trabajo.
En otras, donde la actividad presencial es imprescindible, el trabajo en remoto se plantea como una alternativa más para tareas concretas, como las administrativas.
La digitalización es mucho más que trabajar desde casa
Pero hay vida más allá del teletrabajo dentro del ámbito de la digitalización. Y es que son muchas las áreas que ya se están viendo transformadas por este proceso.
Hablamos por ejemplo de informatizar todos los procesos de la empresa, para que aporten datos que posteriormente puedan ser analizados de cara a mejorar los procesos. Es una digitalización que, en definitiva, aporte valor tanto a usuarios como a clientes.
El ecommerce es otra área candente a día de hoy, ante la evidente pérdida de volumen de negocio físico motivado por los confinamientos en todas partes del mundo. Las empresas han de utilizar nuevos canales si desean seguir llevando a sus clientes potenciales sus productos.
En definitiva, y sin quitar importancia a los graves daños ocasionados por el Coronavirus, debemos aprovechar esta ventana de oportunidad para acelerar la automatización de procesos y la digitalización de las empresas.
Digitalización… sin dejar atrás el capital humano
Con un escenario sin precedentes y repleto de incertidumbre, y con muchos modelos de negocio tradicionales patas arriba… la mejora de la competitividad y encontrar nuevas áreas de negocio gracias a la digitalización e incorporación de nuevas tecnologías es clave.
Sin embargo, no hay que olvidar que la tecnología es una herramienta, otra pieza más del puzzle.
En ALTERTECNIA creemos que otro factor fundamental que va a marcar la diferencia será el capital humano. La capacidad de las empresas, de sus trabajadores a fin de cuentas, de adaptarse de forma rápida y eficiente. Ya que la digitalización va a requerir de cambios en los flujos de trabajo y de nuevos hábitos.
Aquí entra en juego también la figura del Asesor 4.0, un profesional que conoce tanto las herramientas necesarias para la transformación digital, y dispone de la experiencia y la flexibilidad necesaria para aportar las soluciones adecuadas a cada caso.
