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Metodologías ágiles, ¿cuáles son las más importantes?
¿Cómo responde tu empresa a los cambios de organización? Muchas veces, las necesidades del día a día trastocan los planes y hay que responder rápido para no perder ni tiempo ni dinero. ¿Cómo hacerlo? Hoy hablamos de metodologías ágiles.
Además, si tu negocio está inmerso en la transformación digital, implantar y desarrollar estas metodologías en todos los departamentos consigue reducir costes y tiempos de entrega.
¿Vemos cuáles son las metodologías ágiles más utilizadas en todo el mundo?
Qué es una metodología ágil
El nacimiento de las metodologías ágiles está directamente relacionado con la “crisis del software” de finales de los 70.
En aquel momento, los desarrolladores de software vivieron un momento de estancamiento. Cada proyecto era tan complejo y tan diferente a otros, que no podían hacer estimaciones fiables.
Necesitaban un método de trabajo que permitiese más flexibilidad y generase menos errores.
La solución llegaría una década después de la mano de Ikujiro Nonaka y Hirotaka Takeuchi, expertos en gestión empresarial y creadores de la metodología ágil Scrum (que te comentamos más adelante).
Ellos diseñaron una forma de trabajar capaz de asumir los cambios imprevistos del proyecto durante la ejecución y el desarrollo.
De ahí parten todas las metodologías ágiles, que son las que permiten adaptar la forma de trabajo a las condiciones del proyecto, consiguiendo flexibilidad e inmediatez de respuesta.
Posteriormente, en 2001, un colectivo de 17 personas vinculadas a la industria del software crea el manifiesto Ágil. Sus 4 pilares dieron lugar al Método Agile, que usan muchas empresas:
- Centrarse en los individuos y sus interacciones, por encima de procesos y herramientas
- Trabajar con software, mejor que con documentación
- Colaborar con el cliente, por encima de la negociación contractual
- Responder al cambio, en vez de ceñirse a un plan rígido
La idea que subyace tras estos puntos es que los miembros de un equipo colaboran, evaluando las opiniones de todos y haciendo hueco a la creatividad. Y, además, se aceptan los cambios como parte del proceso.
Por qué te interesa implementar metodologías ágiles
Las metodologías ágiles son aplicables tanto a los proyectos de ingeniería que desarrollamos en ALTERTECNIA, como a cualquier proceso que quiera llegar de un punto A a un punto B. Especialmente en industria o en trabajos que requieren tecnología.
Para implementarlas, se crean equipos que trabajan de modo colaborativo, cuyos miembros se sienten motivados porque se valora su capacidad creativa y de innovación.
Ya nos hemos referido a que las metodologías ágiles permiten más flexibilidad y mayor rapidez de respuesta ante los imprevistos que afectan al plan de trabajo original. Esto se logra con distintas técnicas, por ejemplo:
- Eliminando tareas superfluas: se priorizan aquellas más necesarias en cada momento del proceso.
- Dividiendo el trabajo en bloques: cada vez que se termina un bloque de trabajo, se envía al cliente para su revisión. De ese modo, si hay errores, se corrigen antes de llegar al final del proyecto. Las metodologías ágiles permiten mayor control sobre el desarrollo del trabajo.
- Manteniendo contacto con el cliente final: el cliente se convierte en parte del equipo, comprende el proceso, participa en él y lo valora, lo que incrementa su satisfacción.
Como resultado, al implantar metodologías ágiles en tu empresa, se mejora la calidad del producto, se reducen costes y se incrementa la productividad y los beneficios de modo más rápido.
Estas son las metodologías ágiles más importantes
Agile es una filosofía en la que los proyectos se gestionan dividiéndolos en partes. Cada una de esas partes sigue un ciclo de tres pasos:
- Definición
- Desarrollo
- Entrega
Al terminar cada paso, se evalúan resultados y se corrigen posibles errores. De este modo no se espera al final para ver el resultado, sino que se asegura un proceso mucho más fluido.
En todo este proceso, el cliente es el centro: se mantiene una conexión constante con el destinatario final, para asegurar que responde a sus necesidades.
Para lograr esto, pueden emplearse diferentes metodologías ágiles. Solo es cuestión de elegir la que mejor se adapte a cada proyecto:
1. Scrum: los paquetes entregables
La más usada de las metodologías ágiles se basa en dividir un proyecto grande en partes más pequeñas que se reparten por equipos.
Cada equipo debe desarrollar su parte en sprints, o períodos de tiempo que durarán un máximo de 4 semanas.
El pilar del método Scrum son los distintos tipos de reuniones: de planificación, diaria, de revisión y de retrospectiva.
Este método es el indicado para enfrentarse a proyectos complejos que exigen la participación de distintos grupos.
Haz clic aquí para ampliar información sobre Scrum
2. Kanban: todo el proceso a la vista
Kanban emplea tarjetas visuales que van moviéndose a lo largo de las columnas, según sean tareas “pendientes, en proceso o terminadas”.
Permite ver en qué punto está el trabajo y si hay cuellos de botella que lo están ralentizando.
Es muy útil para proyectos en los que puede haber bastantes cambios, porque es una metodología que permite la flexibilidad.
3. Lean: solo lo que aporte valor
Aunque la metodología Lean es anterior al nacimiento del manifiesto Ágil, sus planteamientos son 100% ágiles, ya que también busca adaptar constantemente sus procesos a las necesidades de los clientes y a los cambios del mercado.
Lean se centra en reducir los procesos inútiles y optimizar aquellos que sí aportan valor. De ese modo, se logra aumentar la eficiencia empleando los mismos recursos y sin detenerse en aquello que no produce un retorno inmediato.
¿Cuál es la mejor metodología ágil? Sin duda, la que más se adapte a tu proyecto. Incluso es posible combinar distintas metodologías y crear tu propio sistema.
Si quieres beneficiarte de todas estas ventajas, llámanos. En ALTERTECNIA solo trabajamos con metodologías ágiles, por lo que tu proyecto será entregado puntualmente y con la máxima calidad.
